TODOS SOMOS IGUALES
“ILO ese era el
nombre de nuestro próximo paradero del cual ya nos había avisado la Asociación
de Personas Discapacitadas CORAZONES UNIDOS para todos los niños que sufren
algún problema de discapacidad de ir de vacaciones una semana. Para Bryan fue
su primera vez viajar al Puerto de Ilo, donde tuvo su primera experiencia salir
fuera de Arequipa. En la cita que tuvo fueron 30 Corazones que se unieron en un
solo propósito: LA UNIDAD”.
Ilo es una de la ciudad al noroeste del Perú, capital
de la Región de Moquegua situada a Orillas del Océano Pacifico, situada a 140
km de la ciudad de Moquegua y su población bordea los 70 mil habitantes. “La
temperatura de Ilo es muy diferente a de la Ciudad de Arequipa en el sentido
que el calor es muy insoportable”, agregó Bryan. Es el principal puerto en el
sur del Perú, su clima es desértico,
a lo largo del año, cae poca cantidad de lluvia en Ilo.
La Asociación De Personas Discapacitadas Corazones
Unidos fue fundada en el año 2004, su sede central queda en la Ciudad de Lima,
existe otras sedes tanto en el sur como el norte de nuestro Perú. Corazones
Unidos tuvo contacto con la señora Shirley Arenas (Madre de Bryan) en junio del
2007 mediante su maestra de Secundaria donde estudiaba en la Institución
Educativa Divino Corazón de Jesús con la Profesora Danitza Ferrel Serruto.
Lo cual ella veía conveniente una donación de una
silla de rueda para que pueda movilizarse mejor, ya que él se movilizaba
siempre desde pequeño partir de los 4 años hasta la edad de los 7 años en un
buggie especie de un carrito. Llegó el día tan esperado tan crucial donde
teníamos que partir a un hermoso puerto donde nos asentara bien, sobre todos
para nosotros que estamos en tratamientos para que nuestras piernas nunca se
encojan siempre estén estirados.
Un 14 de Julio
del 2008 era exactamente la fecha donde teníamos que tomar nuestro bus, pero
antes nos teníamos que concentrarnos para hacer una pequeña oración al Dios
Padre Celestial para que en el trayecto que vayamos nos guie, nos ilumine que
no nos pase nada.
Al llegar a Ilo fue tan sofocante la potente radiación
solar que hacia en ese maravilloso puerto, teníamos que bajar del bus para
trasladarnos a una pequeña combi, donde nos iba a trasladar al club donde nos
vamos a instalar. Eran las 15:00 horas donde se empezaba a sentir las olas del
mar, miraba el atardecer donde el sol bajaba de a poquito para guardarse y
pasarle el turno de aquella majestuosa luna que brillaba todas las noches.
Comenzaba amanecer donde comenzaba el fuerte frío a
correr por todos nuestro cuerpo, pasaban los minutos y las horas donde teníamos
que estar listos para el desayuno, eran las 8 de la mañana ya todos teníamos
que estar sentados en una mesa larga cada uno se sentaba niño o joven se
sentaba con su mamá o persona encargada, todo se comenzaba siempre con una
oración presidida por la Hermana Ruth Green era un deber siempre de dar gracias
a Dios por los alimentos que nos daban ya sea en el desayuno, almuerzo y cena.
En el lugar donde nos hospedábamos eran tan grande,
tan inmenso que tenía todo, pero sobre todo era un sitio adecuado preciso para
las personas con discapacidad donde el camino del cuarto hasta la sala del
corredor era como un laberinto. Cada día era diferente sobre todo porque nos
enseñaban a jugar, hacer manualidades, cantar alabanzas al Dios Todopoderoso y
sobre todo ir a la Playa que quedaban a 10 km del lugar donde nos hospedábamos.
"Miren la playa ya estanos a poco a llegar,
observen la arena blanca no se nos pega al cuerpo ¡OH QUE MARAVILLA!" , decía ka hermana Ruth Green.
Al llegar al mar se sentía paz tranquila, el aire
fresco, el sonido del mar y las voces de los niños y jóvenes que se emocionaban
sin cesar al ver las olas del mar. Todas las personas se pusieron a divertir
jugaban diferentes juegos, otros se iban a la orilla del mar era un día donde
era momento para relajarnos. Los chicos que estaban con sillas de ruedas
quedaron maravillado sobre todo el ambiente el aire fresco.
Era momento de partir, de decir adiós o una hasta la
próxima, era momento de volver a casa. Teníamos que volver a empaquetar las
cosas para luego irnos al terminal donde nos espera el bus donde nos llevara a
Arequipa. El bus salía a las 17:00 pm todos teníamos que estar una hora antes
para poder acomodarnos.
Comenzamos a partir todos se quedaron triste teníamos
que volver a nuestra realidad fue una experiencia que nos sirvió de mucho,
sobre todo hubo una armoniosa familia a pesar de las diferentes dificultades
que tenía cada niño o niña eso no era el motivo para dejarla de lado. Todos
aprendimos que la unión hace la fuerza de que todas las personas somos iguales
sin distinción alguna, nadie en la vida es mas que una persona el que crea eso
es un ignorante.
La discapacidad, no es solamente un
problema de quién la sufre, ni de su familia, ni de su entorno, sino que es un
problema indelegable y exclusivo de toda la sociedad es un problema social. Por
lo tanto, toda la comunidad en su conjunto, debe aprender a convivir con sus
miembros diferentes, y tratar de apoyarlos resilientemente para que logren ser
autosuficientes, que ellos adviertan que se le reconoce su valor social, y que
son aceptados y ayudados por la comunidad que lo rodea. La sociedad debe optar, entre aceptar al discapacitado como
una "carga pública", o darle las oportunidades de estudios,
capacitación, y trabajo para que pueda ser un ciudadano útil a la sociedad.

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